Los dirigentes políticos son los primeros responsables del futuro de la globalización. Los problemas comerciales han contribuido al estancamiento del crecimiento global y sirven para que recordemos que al igual que la mejora de la conectividad global puede acelerar el crecimiento, la desglobalización puede desacelerarlo.
La edición del informe del Índice de Conexión Global de DHL de 2016 decía que «la economía mundial está inmersa en una ambigüedad que no es normal».
Esta afirmación sigue siendo válida en la actualidad:
- ¿Qué pasará finalmente el Brexit?
- ¿Cómo se resolverá el conflicto comercial entre Estados Unidos y China?
- ¿Pueden los organismos continuar funcionando bien en un entorno geopolítico cambiante?
Índice de Conectividad Global de DHL
En un entorno tan incierto, los informes del Índice de Conectividad Global pueden ayudar a empresas y países a desenvolverse mejor y ver con más claridad este entorno cambiante.
Las medidas de profundidad mejorar la identificación de qué países están más expuestos a determinadas amenazas y la amplitud de los datos disponibles puede ayudar a determinar si esa exposición es global o está más localizada.
De una manera optimista, los datos del informe pueden ayudar a debatir de forma más productiva sobre la globalización y al calmar los temores que hay debido a las percepciones exageradas de los flujos internacionales.
Consideremos los flojos de inmigración, éstos superaron las expectativas de algunas de las encuestas de interés público de 2018 en Europa y los Estados Unidos.
A los dos lados del Atlántico, la gente cree que hay más del doble de inmigrantes en sus países de lo que realmente hay. Cuando se dan cuenta de las proporciones correctas de inmigrantes en sus correspondientes países, la proporción de encuestados que ven a la inmigración como un PROBLEMA disminuye.
Las recientes declaraciones de que la globalización está ya está muerta son tan imprecisas como lo que se hablaba hace diez años de que la globalización había dejado las fronteras obsoletas y la distancia ya no tenía importancia. Ni un extremo ni el otro.
Los flujos producidos a nivel internacional y sus limitaciones son adecuados y varían con el tiempo, entre ubicaciones, entre industrias, sectores, sociedades, etc.
En los próximos años podremos ver una nueva ola de globalización, un estancamiento u otro decrecimiento.
Sea cual sea el escenario que veamos es probable que los ganadores sean las compañías y los países que adoptan la complejidad de la globalización e intentan realizar políticas adaptadas a la misma.
¿Qué opinas sobre el futuro de la globalización?